Entrevis para "El Correo Juvenil"

Tomás Piñas es un joven granadino que ha conseguido una medalla de bronce en los Juegos Paralímpicos de Pekín. Desde los 12 años es parapléjico pero ello no le ha impedido conseguir las más altas cotas en el deporte de élite. Por ser un gran campeón, protagonizó una exhibición de tenis de mesa ante un grupo de chavales de la Casa de la Juventud.

¿Cómo fue la experiencia?

Es un orgullo poder estar con los chavales y contarles mi experiencia. El transcurso de la mañana fue muy divertido, porque les comente mi situación, a qué me dedico, lo que hago, qué he conseguido y les dije que si les gustaba el deporte lo practicasen siempre intentando conseguir unas metas y, sobre todo, que luchen por sus objetivos.

Joven, discapacitado, y sobradamente preparado, ¿no?

Estoy orgulloso de lo que he hecho y lo que he conseguido, y en general de lo que estoy haciendo, porque la medalla era un sueño mío de hace mucho tiempo que he tenido la suerte de conseguir. Hay mucho trabajo detrás, muchas horas de entrenamiento, de preguntarte por qué este deporte es minoritario. Este deporte está en un segundo plano y no tenemos la repercusión económica que tiene el deporte habitualmente. Y la necesitamos más. Yo hago un circuito mundial, viajo por toda Europa y me cuesta trabajo encontrar patrocinadores. Y gracias a que tengo a CajaGranada, que es la que está haciendo el mayor gasto, puedo hacer cosas pero necesito más, porque éste es un deporte de élite y necesito competir, viajar, y tener una serie de necesidades cubiertas que no las tengo actualmente.

¿Cómo es su lucha diaria con la discapacidad?

Ya llevo desde 1994 en silla de ruedas. Con 12 años me quedé parapléjico y ahora tengo 26. Ha pasado mucho tiempo y mi lucha diaria no es con la discapacidad sino con el día a día, porque esta discapacidad me permite hacer una vida diaria normal… Soy parapléjico y mi situación no me impide hacer lo que me propongo, pero si es verdad que tengo limitaciones y es importante convivir con ellas. Aunque también tiene una serie de ventajas: gracias a ésto he tenido la oportunidad de dedicarme a lo que me gusta, ser deportista paralímpico y representar a mi país en unos juegos paralímpicos… Hace muchos años me propuse ser medallista paralímpico y lo he conseguido.

¿Cuál fue tu visión de los Juegos Paralímpicos de Pekín?

Los primeros en los que participé fueron los Juegos Paralímpicos de Atenas y fueron una novedad porque todo fue muy nuevo. Quedé en cuarta posición y no tuve la suerte de conseguir una medalla. Pero Pekín era una meta de resultado final, he conseguido una medalla y han sido 4 años muy duros. Además, fue la respuesta a muchas preguntas que me había hecho, y a todo el esfuerzo que había realizado. Pekín lo ha hecho, es lo máximo a lo que un deportista puede llegar, ha hecho los mejores juegos de la historia y han tenido mucha repercusión mediática… Pekín ha sido un antes y un después y a raíz de esos juegos va a haber un punto de inflexión en este deporte y en general.